1. Contexto histórico: El Frente Popular Español
El Frente Popular fue una coalición electoral formada en enero de 1936 por partidos de izquierda (republicanos, socialistas, comunistas y el POUM) para frenar el avance del fascismo y defender la Segunda República. Ganó las elecciones de febrero de 1936 con un programa reformista que incluía amnistía para los represaliados de la Revolución de Asturias de 1934 y medidas sociales67. Sin embargo, su victoria estuvo marcada por tensiones internas entre reformistas y revolucionarios, como los anarquistas de la CNT-FAI y el POUM, que buscaban una transformación social radical10.
2. El POUM: Marxismo antiestalinista y revolución
El Partido Obrero de Unificación Marxista (POUM), fundado en 1935, surgió de la fusión del Bloque Obrero y Campesino (BOC) y la Izquierda Comunista de España (ICE). Se autodefinía como marxista revolucionario, crítico del estalinismo y cercano a posiciones trotskistas. Participó en el Frente Popular, pero su objetivo era impulsar una revolución socialista durante la guerra, combinando lucha antifascista y colectivización258.
Conflicto con el PCE: El POUM rechazaba la línea de la URSS y la Internacional Comunista (Komintern), lo que lo enfrentó al Partido Comunista de España (PCE), aliado clave del gobierno republicano. Stalin consideraba al POUM una amenaza "trotskista" y ordenó su represión38.
Papel en la guerra: Organizó milicias como la Columna Internacional Lenin y participó en la defensa de Cataluña. Sin embargo, su enfoque revolucionario chocó con la estrategia del Frente Popular de priorizar la victoria militar sobre el fascismo811.
3. Los Anarquistas (CNT-FAI): Revolución y milicias
Los anarquistas, agrupados en la CNT (sindicato) y la FAI (grupo activista), fueron clave en la resistencia al golpe de 1936. Rechazaban el Estado y defendían la autogestión y las colectivizaciones.
Milicias Confederales: Organizaron columnas como la de Buenaventura Durruti, integradas por voluntarios y estructuradas en grupos autónomos. Aunque carecían de jerarquías militares tradicionales, mostraron eficacia en frentes como Aragón1.
Relación con el Frente Popular: Inicialmente no se unieron al pacto electoral, pero durante la guerra colaboraron con el gobierno republicano para obtener armas. Sin embargo, su rechazo a la centralización del Ejército Popular generó tensiones17.
4. El Ejército Popular de la República: Centralización y conflicto
En octubre de 1936, el gobierno de Largo Caballero creó el Ejército Popular para unificar las milicias dispersas y profesionalizar la guerra. Este proceso, impulsado por los comunistas, implicó:
Disolución de milicias: Las columnas anarquistas y del POUM fueron integradas en Brigadas Mixtas bajo mando militar profesional11.
Comisarios políticos: Se implementaron para garantizar la lealtad ideológica, dominados por el PCE11.
Resistencia anarquista y poumista: La CNT y el POUM veían esta centralización como una traición a la revolución. En mayo de 1937, estallaron los Hechos de Mayo en Barcelona, donde anarquistas y poumistas se enfrentaron a fuerzas gubernamentales y comunistas38.
5. Fracturas y represión en el Frente Republicano
La alianza del Frente Popular se resquebrajó por las divergencias entre revolucionarios y reformistas:
Represión estalinista: Tras los Hechos de Mayo, el POUM fue ilegalizado, su líder Andreu Nin asesinado por agentes soviéticos, y sus militantes perseguidos. Los anarquistas fueron marginados del gobierno38.
Prioridad militar vs. revolución: Mientras el PCE y los republicanos priorizaban ganar la guerra con apoyo soviético, el POUM y la CNT insistían en que sin revolución social, la lucha carecía de sentido910.
Legado: La derrota republicana en 1939 consolidó la dictadura franquista. El POUM y los anarquistas quedaron como símbolos de una revolución frustrada, mientras el Ejército Popular evidenció los límites de la unidad antifascista bajo presión externa811.
Conclusión: La Guerra Civil española fue un laboratorio de tensiones entre reforma y revolución. El Frente Popular, aunque unió a diversas fuerzas contra el fascismo, no pudo resolver las contradicciones entre sus alas moderadas y radicales. La represión al POUM y la marginación de los anarquistas reflejaron el triunfo de la realpolitik estalinista sobre los ideales revolucionarios, marcando un punto de inflexión en la lucha antifascista europea.
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