Propuesta Política: Educación Inclusiva, Trabajo Digno y Cuidado Colectivo. Hacia un Sistema que Celebre la Diversidad y Desafíe la Meritocracia Excluyente
Por Valeria Paula de Mendonça Pina
La verdadera inclusión no se mide por rampas o certificados, sino por la capacidad de una sociedad de transformar sus estructuras para que nadie quede afuera. En un país donde la discapacidad sigue siendo sinónimo de exclusión y la crianza recae sobre mujeres pobres sin redes de apoyo, proponemos una revolución educativa, laboral y de cuidados que ponga en el centro a los históricamente marginados.
Diagnóstico Final: Cuando el Sistema Filtra en Lugar de Abrazar
Educación especial: Del aislamiento a la integración ficticia:
Las escuelas especiales, pese al esfuerzo de docentes, suelen operar como depósitos de un sistema que no adapta sus métodos. Falta formación en neurodiversidad, recursos para terapias integrales y articulación con el mundo laboral.Meritocracia como máscara de la exclusión:
El discurso de "esfuerzo individual" ignora que no todos parten del mismo lugar: una madre soltera sin guardería, un joven con autismo sin talleres protegidos, o un niño con parálisis cerebral sin estimulación temprana jamás tendrán las mismas "oportunidades".Crisis de cuidados no remunerados:
Las puericultoras y guarderías comunitarias son parches heroicos en un Estado que delega en mujeres pobres el trabajo de sostener la vida, sin darles herramientas para su propio desarrollo.
Propuestas Definitivas: Un Sistema Educativo-Laboral que Teje Redes, No Jerarquías
1. Reformulación de las Escuelas Especiales: De la Contención a la Liberación de Potenciales
Terapias integradas al proyecto pedagógico:
Unidades móviles de estimulación multisensorial: Equipos con instrumentos de musicoterapia, colchonetas de psicomotricidad y materiales para trabajar el sistema propioceptivo (ej: chalecos con peso, hamacas terapéuticas), rotando entre escuelas y hogares.
Psicopedagogía comunitaria: No centrada en el "déficit" del estudiante, sino en adaptar el entorno. Por ejemplo: si un niño con TDAH no se concentra, se evalúa la iluminación del aula o el ritmo de las clases, no solo su conducta.
Arte y deporte como lenguajes universales:
Orquestas con instrumentos adaptados: Para niños con discapacidad motriz o visual, usando tecnología como sensores de movimiento para tocar sin partituras.
Olimpíadas inclusivas: Competencias donde estudiantes con y sin discapacidad colaboren en pruebas de ingenio, arte o deportes mixtos.
2. Talleres Protegidos con Salida Laboral Real
Cooperativas de producción comunitaria:
Talleres textices: Personas con discapacidad intelectual confeccionando uniformes escolares o mascarillas quirúrgicas, con apoyo de diseñadores que adapten patrones a sus capacidades.
Huertas terapéuticas: Jóvenes con autismo cultivando hierbas aromáticas para vender a restaurantes, con etiquetas diseñadas por ellos en talleres de arte.
Sello "Hecho con Diversidad":
El Estado y empresas socialmente responsables priorizarán la compra de bienes producidos en estos talleres, garantizando precios justos y contratos estables.
3. Red Nacional de Puericultoras y Guarderías Comunitarias
Escuelas de Cuidados Dignos:
Formación intensiva para madres y padres en pedagogía Montessori, primeros auxilios y nutrición infantil, certificada por universidades públicas. Los egresados dirigirán guarderías en sus barrios, con salarios pagos por el Estado.
Guarderías 24/7 en zonas fabriles:
Para madres trabajadoras de turnos nocturnos, con transporte seguro y alimentación balanceada. Las propias puericultoras rotarán para evitar sobrecargas.
Talleres de autonomía económica:
Cursos de gestión cooperativa, costura o jardinería dentro de las guarderías, permitiendo que padres/madres aprendan oficios mientras sus hijos están cuidados.
4. Destruir la Meritocracia, Construir Comunidad
Educación sin notas ni estándares:
En las escuelas especiales y talleres, el progreso se medirá por metas colectivas (ej: montar una obra de teatro, cosechar X kilos de alimentos) en lugar de pruebas individuales.
Ingreso universal a la universidad:
Cupos garantizados para egresados de talleres protegidos y puericultoras, sin exigir exámenes estandarizados.
Renta básica para cuidadores:
Quienes se dediquen al cuidado de personas con discapacidad o adultos mayores recibirán un salario social, reconociendo su labor como trabajo esencial.
Conclusión: La Inclusión es una Revolución Contra el "Sálvese Quien Pueda"
Este plan no es un catálogo de buenas intenciones, sino un llamado a subvertir las reglas de un juego amañado. Implica entender que:
Una persona con parálisis cerebral que teje bufandas en un taller protegido contribuye más a la sociedad que un CEO que evade impuestos.
Una puericultora que cría hijos ajenos merece los mismos derechos que un ingeniero que construye rascacielos.
El mérito no es un don individual, sino un fruto colectivo: Nadie aprende a caminar, hablar o crear sin una red que lo sostenga.
Invitamos a romper el espejismo de la meritocracia:
Empresarios: Contraten por potencial, no por títulos.
Medios: Destierren el relato del "triunfador self-made".
Vecinos: Organicen redes de cuidado sin esperar premios.
La Argentina que viene será incluyente o no será. El futuro no es para los que escalan solos, sino para los que construyen rampas para todos.
Nota editorial: Cerramos esta trilogía de propuestas con una pregunta incómoda: ¿Estamos dispuestos a dar tanto como recibimos? La inclusión radical exige más que solidaridad: exige justicia.
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