Analizar el kirchnerismo a la luz de las ideas de Ernesto Laclau sobre la unión popular y la unidad del pueblo, junto con las estrategias de Lenin y Giap, nos permite comprender cómo este movimiento político buscó construir una base social amplia y movilizada para llevar adelante su proyecto de transformación.
Laclau y la construcción de la unidad popular:
Ernesto Laclau, en su obra "La razón populista", argumenta que la construcción de la unidad popular se basa en la articulación de demandas diversas en torno a un significante vacío, que funciona como un punto nodal de identificación colectiva. Este significante vacío, que puede ser una figura, un símbolo o una idea, permite aglutinar a diferentes sectores sociales con intereses heterogéneos en un movimiento común.
En el caso del kirchnerismo, el significante vacío podría identificarse con la figura de Néstor Kirchner y, posteriormente, de Cristina Fernández de Kirchner. Ambos líderes lograron construir una identidad colectiva en torno a su figura, articulando demandas de diferentes sectores sociales, como los trabajadores, los movimientos sociales, los jóvenes y la clase media.
Laclau también destaca la importancia del antagonismo en la construcción de la unidad popular. La identificación con un líder o un proyecto político se fortalece cuando se define claramente un enemigo común. En el caso del kirchnerismo, el antagonismo se construyó principalmente frente al neoliberalismo, los grupos económicos concentrados y los medios de comunicación hegemónicos.
Lenin y la organización política:
Lenin, en su obra "Qué hacer", destaca la importancia de la organización política para la construcción de un movimiento revolucionario. Lenin argumentaba que la clase obrera, por sí sola, solo podía desarrollar una conciencia sindical, limitada a la defensa de sus intereses económicos inmediatos. Para alcanzar una conciencia de clase revolucionaria, era necesaria la intervención de un partido de vanguardia, compuesto por intelectuales y trabajadores conscientes, que guiara la lucha del proletariado.
El kirchnerismo, si bien no se basó en un partido único y disciplinado como el bolchevique, sí construyó una estructura organizativa con La Cámpora como núcleo central. Esta organización juvenil, con fuerte presencia territorial y una ideología kirchnerista definida, ha jugado un papel importante en la movilización social y la difusión del mensaje del movimiento.
Giap y la estrategia de la guerra popular:
Vo Nguyen Giap, general vietnamita que lideró la lucha contra el colonialismo francés y el imperialismo estadounidense, desarrolló una estrategia de guerra popular basada en la combinación de la guerra de guerrillas con la movilización masiva del pueblo. Giap argumentaba que la guerra revolucionaria debía ser una guerra del pueblo, donde todos los sectores de la sociedad participaran en la lucha por la liberación nacional.
El kirchnerismo, si bien no recurrió a la lucha armada, sí utilizó algunas de las ideas de Giap en su estrategia política. La movilización masiva en las plazas, la construcción de una narrativa de enfrentamiento con el "enemigo externo" (el FMI, los "fondos buitre") y la apelación a la unidad del pueblo son algunos ejemplos de esta influencia.
El kirchnerismo en la práctica:
El kirchnerismo logró construir una amplia base social y movilizarla en torno a un proyecto político que combinaba la justicia social, la soberanía nacional y la recuperación de la memoria histórica. Para ello, se valió de diferentes herramientas, como la articulación de demandas diversas, la construcción de un liderazgo carismático, la organización política y la movilización masiva.
Ejemplos concretos:
- Articulación de demandas: El kirchnerismo logró unir a sectores diversos de la sociedad, como los trabajadores, los movimientos sociales, los jóvenes y la clase media, articulando demandas en torno a la justicia social, la defensa de los derechos humanos y la soberanía nacional.
- Construcción de un liderazgo carismático: Néstor Kirchner y Cristina Fernández de Kirchner construyeron un liderazgo carismático que generó identificación y movilización en amplios sectores de la sociedad.
- Organización política: La Cámpora jugó un papel importante en la organización y movilización del kirchnerismo, con una fuerte presencia territorial y una ideología kirchnerista definida.
- Movilización masiva: El kirchnerismo utilizó la movilización masiva en las plazas como una herramienta para mostrar su fuerza y presionar al gobierno y a la oposición.
Conclusión:
El kirchnerismo logró construir una fuerza política significativa en Argentina, basada en la unidad popular y la movilización social. Para ello, se valió de las ideas de Laclau sobre la construcción de la unidad popular, las estrategias de Lenin sobre la organización política y las tácticas de Giap sobre la guerra popular. El kirchnerismo demostró que la construcción de un movimiento político amplio y movilizado es fundamental para llevar adelante un proyecto de transformación social.
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