Es un ejercicio muy interesante relacionar las ideas de Deleuze sobre Spinoza, plasmadas en sus dos libros ("Spinoza: Filosofía práctica" y "Spinoza y el problema de la expresión"), con "La anomalía salvaje" de Negri y el pensamiento y las políticas del kirchnerismo. Aunque a primera vista parezcan temas dispares, podemos encontrar puntos de convergencia que nos ayudan a comprender la filosofía política que subyace a este movimiento.
Puntos de encuentro entre Deleuze, Negri y el Kirchnerismo:
- Potencia y multitud: Tanto Deleuze como Negri, inspirados en Spinoza, conciben al poder no como algo represivo, sino como potencia creadora. Esta potencia reside en la multitud, el conjunto de singularidades que componen la sociedad. El kirchnerismo, con su énfasis en la inclusión social y la participación ciudadana, puede interpretarse como una búsqueda de liberar la potencia de la multitud, empoderando a los sectores históricamente marginados.
- Afectos y democracia: Deleuze, en su lectura de Spinoza, destaca la importancia de los afectos en la vida política. Los afectos son pasiones que nos conectan con los demás y nos impulsan a la acción. El kirchnerismo ha sido un movimiento político que ha apelado a los afectos, buscando generar un sentimiento de pertenencia y movilizar a la sociedad a través de la emoción y la pasión. Negri, por su parte, vincula la potencia de la multitud con la construcción de una democracia radical, donde el pueblo sea protagonista de las decisiones políticas. El kirchnerismo, con su énfasis en la participación ciudadana y la ampliación de derechos, puede verse como un intento de construir una democracia más inclusiva y participativa.
- Ética y política: Deleuze y Negri coinciden en que la ética y la política están estrechamente relacionadas. Para Spinoza, la ética consiste en aumentar nuestra potencia de actuar y de ser afectados de manera positiva. La política, por su parte, debe crear las condiciones para que las personas puedan desarrollar su potencia y vivir una vida plena. El kirchnerismo, con su énfasis en la justicia social y la inclusión, puede interpretarse como un proyecto político que busca crear las condiciones para que todos los ciudadanos puedan desarrollar su potencia y alcanzar una vida digna.
- Inmanencia y construcción social: Spinoza, Deleuze y Negri defienden una ontología inmanente, donde no hay una separación entre Dios y el mundo, ni entre la mente y el cuerpo. La realidad es una sola sustancia en constante transformación. Esta perspectiva tiene implicaciones políticas, ya que implica que la sociedad no está determinada por un orden trascendente, sino que es el resultado de las acciones humanas. El kirchnerismo, con su énfasis en la transformación social y la construcción de un nuevo modelo de país, puede verse como una expresión de esta filosofía inmanente.
Ejemplos concretos:
- Políticas de inclusión social: Programas como la Asignación Universal por Hijo, el matrimonio igualitario y la ley de identidad de género buscan empoderar a los sectores históricamente marginados y ampliar sus posibilidades de desarrollo.
- Democratización de la cultura: La Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual buscaba romper con el monopolio mediático y promover una mayor pluralidad de voces.
- Recuperación de la memoria histórica: Las políticas de memoria, verdad y justicia buscan reconstruir el pasado y reparar las heridas de la dictadura, empoderando a las víctimas y sus familiares.
- Integración regional: La promoción de la integración regional busca construir un bloque político y económico más fuerte y autónomo frente a las potencias globales.
Tensiones y contradicciones:
Es importante reconocer que no hay una correspondencia perfecta entre las ideas de Deleuze, Negri y el kirchnerismo. El kirchnerismo es un movimiento político complejo y heterogéneo, con sus propias contradicciones y limitaciones.
- El rol del Estado: Mientras que Deleuze y Negri son críticos del Estado como aparato de poder, el kirchnerismo ha utilizado al Estado como herramienta para implementar sus políticas sociales y económicas.
- La representación política: Si bien el kirchnerismo ha promovido la participación ciudadana, también ha mantenido una estructura de representación política tradicional.
- El modelo económico: El kirchnerismo no ha cuestionado el modelo capitalista de producción, lo que puede generar tensiones con las ideas de Deleuze y Negri sobre la potencia de la multitud y la construcción de una sociedad más justa.
Conclusión:
A pesar de las tensiones y contradicciones, el análisis del kirchnerismo a través de la lente de Deleuze y Negri nos permite comprender mejor la filosofía política que subyace a este movimiento. El kirchnerismo puede interpretarse como un intento de liberar la potencia de la multitud, construir una democracia más inclusiva y participativa, y crear las condiciones para que todos los ciudadanos puedan desarrollar su potencia y alcanzar una vida digna.
Comentarios
Publicar un comentario