Del Grito al Hechizo: La Comunicación Prefigurativa Feminista
Imagina por un momento que durante décadas, siglos incluso, nuestra comunicación principal ha sido un grito de denuncia. Un grito necesario, vital, para señalar la injusticia, la violencia y la opresión del patriarcado. Ese grito ha sido nuestra herramienta para despertar conciencias, para evidenciar lo que muchos no querían ver.
Pero ¿qué pasa cuando el grito se normaliza? ¿Cuando el discurso se llena tanto de lo que no queremos que casi no queda espacio para imaginar lo que sí queremos?
Ahí es donde entra la Comunicación Prefigurativa. Es el salto del grito al hechizo. Es la magia de construir con palabras, relatos e imágenes el mundo futuro en el presente. No se trata de dejar de denunciar (esa lucha sigue siendo crucial), sino de sumar una estrategia aún más poderosa: la de hacer deseable, tangible e inevitable el futuro que anhelamos.
¿En qué consiste exactamente?
Prefigurar significa "configurar de antemano". En la práctica comunicacional, es crear narrativas, símbolos y experiencias que encarnen, aquí y ahora, los valores y las relaciones sociales del mundo post-patriarcal que buscamos. Es como construir un puente no desde la orilla del problema, sino desde la orilla de la solución, y tenderlo hacia el presente para que podamos caminar hacia él.
Estrategias Creativas para Tejer el Futuro
No se trata de escribir manifiestos utópicos abstractos. Se trata de usar la creatividad para hacer que ese futuro se sienta real, cercano y profundamente atractivo.
1. La Ciencia Ficción y la Fantasía como Herramientas Políticas
La ciencia ficción feminista no habla de naves espaciales y láseres, sino de "distanciamiento cognitivo". Al situar la historia en un mundo alternativo, logra que nuestras normas patriarcales actuales parezcan tan extrañas y arbitrarias como para nosotros lo sería un planeta gobernado por tres lunas.
Ejemplo concreto: Piensa en el proyecto "Una Bolsa de Semillas", un colectivo de mujeres y personas de género diverso de Abya Yala (América Latina) que escriben relatos de ciencia ficción. Ellas no copian los futuros distópicos occidentales. En cambio, imaginan futuros donde la tecnología se entrelaza con los saberes ancestrales, donde la comunidad cura más que el individuo, y donde la disidencia sexual y de género es la norma, no la excepción. Están decolonizando el futuro mismo.
¿Cómo lo hacen? Toman un problema actual (por ejemplo, la explotación extractivista de la tierra) y no solo lo denuncian. Imaginan una sociedad donde la relación con la tierra es de reciprocidad, y luego escriben una historia sobre cómo se vive, se ama y se resuelven los conflictos en esa sociedad. Hacen que ese mundo sea tan rico en detalles sensoriales y emocionales que terminas deseando vivir en él.
2. El Arte como Espacio Prefigurativo Inmersivo
El arte no es solo para mirar; es para experienciar. Una instalación, una performance o una curaduría puede ser un portal momentáneo a una realidad alternativa.
Ejemplo concreto: Piensa en una exposición de arte contemporáneo que, en lugar de tener secciones temáticas clásicas, tiene una sección llamada "Utopía". En ella, las obras exploran la tierra no como un recurso, sino como un "archivo vivo" de memoria e identidad. Otras obras trabajan desde la teoría queer, desmontando las identidades fijas y mostrando la fluidez no como una crisis, sino como una fiesta de posibilidades. Al caminar por esa sala, durante una hora, estás viviendo en un mundo donde esos valores son centrales. Tu cuerpo y tus sentidos lo registran antes que tu mente racional.
3. La Autoficción y la Memoria Colectiva como Semillas del Porvenir
Aquí, la experiencia personal y la vulnerabilidad se convierten en material de construcción del futuro. No se narra solo "lo que me pasó" (denuncia), sino "lo que esta experiencia me enseñó sobre lo que podemos ser" (deseo).
Ejemplo concreto: Un libro de relatos como "Ya casi no me acuerdo" de Clara Morales. En él, voces mayormente femeninas no solo cuentan sus historias de exilio, represión o disidencia LGTBIQA+. Hacen algo más profundo: "adoptan" memorias ajenas. Una persona joven narra la experiencia de una abuela como si fuera suya. Esto no es un robo, es un acto de solidaridad narrativa. El mensaje es: "Tu lucha es mi lucha, tu futuro es mi futuro". Este libro no es un archivo del pasado, es una herramienta para "estirar la idea de lo que podemos ser, de lo que podemos ser juntas". Nos muestra que la memoria, cuando es colectiva, es el sustrato desde donde crece el futuro.
Cómo Ponerlo en Práctica: Un Camino Concreto
¿Y cómo se traslada esto a una campaña, a un taller, a un proyecto de comunicación? Te propongo un camino:
Cambia la Pregunta Inicial: En lugar de partir de "¿cómo denunciamos este problema?", empieza con una pregunta prefigurativa: "¿Cómo se sentiría, olería, sonaría un mundo donde este problema estuviera resuelto?". Por ejemplo: no "¿cómo luchamos contra la división sexual del trabajo?", sino "¿cómo es un hogar, una comunidad, donde el cuidado de les niñes y de las personas mayores es una responsabilidad compartida y celebrada con alegría?".
Convocatoria Colectiva y Diversa: La prefiguración no puede ser un ejercicio en solitario. Su potencia está en la inteligencia colectiva. Organiza un taller con personas de distintas edades, backgrounds, profesiones y realidades. No solo con activistas. Invita a artistas, a vecinas, a jóvenes, a ancianos. La diversidad es el combustible de la imaginación.
Usa Dinámicas de Creación: No se trata de debatir, sino de crear. Propone ejercicios como:
"El Noticiero del Futuro": ¿Cómo sería un informativo de televisión en el año 2050 en una sociedad feminista? ¿Qué noticias darían? ¿Qué conflictos cubrirían (porque los habrá, pero serán de otra naturaleza)?
"El Objeto del Recuerdo": Pide a les participantes que imaginen un objeto cotidiano del futuro y que cuenten la historia personal que tienen con él. ¿Cómo es la "app" que usaron para organizar la semana de cuidados comunitarios? ¿Cómo es el juguete que no distingue entre "para niñas" y "para niños" porque ya nadie lo hace?
Da Forma y Difunde el Relato: Con el material generado, cread entre todes una pieza comunicacional. Puede ser un relato breve, una serie de ilustraciones, un podcast ficticio, una performance callejera. La clave es que esta pieza no termine en un cajón. Difúndela por los canales que tengas. Hazla viral en el sentido más bello de la palabra: que contagie el deseo.
Invita a la Encarnación: La comunicación prefigurativa no termina cuando se consume el mensaje. Debe incluir una invitación a la acción, por pequeña que sea: "¿Y si esta semana pruebas a...?", "¿Te imaginas cómo sería en tu trabajo si...?". Se trata de que cada persona encuentre una manera, por mínima que sea, de encarnar un pedacito de ese futuro en su presente.
Al invertir en este tipo de comunicación, no estás abandonando la lucha. Estás armándote con tu arma más poderosa: la capacidad de hacer que un futuro feminista sea tan vívido, tan tangible y tan profundamente deseable, que se convierta en un horizonte colectivo e imparable.
¡Espero que esta explicación más extensa y en castellano te sea de mucha utilidad! El concepto es apasionante y lleno de potencial.
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