La estrategia de «Alianzas Improbables y Traducción de Códigos» es una de las más potentes para expandir la lucha feminista y construir un poder popular capaz de transformar las estructuras de opresión. Se trata de salir de la burbuja de las convencidas para tejer una red de solidaridad con aquellos movimientos que, aunque no tengan al patriarcado como enemigo central, comparten con nosotras la lucha contra un sistema común: el capitalismo neoliberal, el colonialismo y el racismo, sistemas imbricados que oprimen de formas específicas .
🕸️ Tejiendo la red: alianzas estratégicas y traducción de códigos
Para construir estas alianzas, es fundamental dejar de hablar en una jerga que solo entienden las iniciadas y aprender a traducir nuestras demandas a los lenguajes, prioridades y luchas concretas de otros sectores. No se trata de que ellos adopten nuestra agenda, sino de demostrar cómo el patriarcado es un pilar que sostiene las injusticias que ellos enfrentan y cómo la perspectiva feminista fortalece su resistencia.
Estas son algunas articulaciones posibles, que incluyen a los grupos que mencionas:
Con el movimiento sindical y de jubilados: La lucha contra la precariedad tiene una clara dimensión de género. Podemos evidenciar cómo la doble jornada laboral (remunerada y no remunerada) y la falta de sistemas de cuidado publico recaen sobre las mujeres, profundizando la brecha salarial y afectando sus jubilaciones . La demanda feminista por la socialización del cuidado no es solo un tema "de mujeres"; es una cuestión sindical de primera línea que permitiría a toda la clase trabajadora, y especialmente a las mujeres con discapacidades o a cargo de personas dependientes, participar con mayor fuerza en la lucha gremial. Para las mujeres jubiladas, la traducción es clara: sus pensiones son más bajas porque sus vidas laborales fueron interrumpidas y devaluadas por el trabajo de cuidado no pago, una consecuencia directa del patriarcado .
Con el movimiento socioambiental: La defensa de los territorios cuerpo-tierra es un puente poderoso. El extractivismo que envenena los ríos es la misma lógica que explota los cuerpos de las mujeres y las convierte en territorios de conquista . La lucha contra un megaproyecto minero y la lucha por el derecho al aborto seguro son luchas hermanas contra un sistema que busca controlar y disponer de los cuerpos y la tierra. Traducir nuestra lucha en términos de justicia ambiental permite alianzas estratégicas con comunidades indígenas y campesinas, mostrando el feminismo como una herramienta de defensa territorial integral.
Con movimientos por la vivienda y el hábitat: Un techo no es solo cuatro paredes. La vivienda es también el espacio donde se realiza el trabajo de cuidado invisible. La falta de servicios básicos como agua potable o energía recarga sobre las mujeres el trabajo doméstico . La lucha por una vivienda digna debe incluir la demanda de infraestructuras de cuidado comunitarias (lavanderías, espacios de cuidado infantil, comedores), liberando tiempo para que las mujeres de los barrios populares puedan organizarse y participar plenamente en la lucha por su derecho a la ciudad.
Con el movimiento estudiantil y neurodivergente: Las universidades no son ajenas al patriarcado. La traducción aquí implica mostrar cómo el acoso sexual, los planes de estudio androcéntricos y la falta de corresponsabilidad en los cuidados obstaculizan la trayectoria académica de las mujeres . Para las estudiantes neurodivergentes o con discapacidades, estas barreras se multiplican. El feminismo ofrece un marco para exigir una educación no sexista y accesible, que reconozca las distintas formas de habitar el mundo y construir conocimiento. La horizontalidad y las vocerías rotativas que practica el movimiento feminista son, en sí mismas, una forma de inclusión que valora diferentes modos de participación y liderazgo, resonando con las luchas por la accesibilidad cognitiva y la democratización de los espacios .
💪 Hacia una estrategia de poder popular
Esta estrategia no es solo sobre sumar fuerzas; es sobre construir un poder popular feminista que sea imparable. Implica, como ha aprendido el movimiento de la Marcha Mundial de las Mujeres, comprender que nuestros enemigos son sistémicos y que nuestras alternativas deben serlo también . La economía feminista, por ejemplo, no es un tema sectorial, es una propuesta para subvertir toda la economía capitalista y poner la vida en el centro, una demanda que puede unir a sindicatos, ambientalistas y movimientos de cuidados .
El éxito de estas alianzas dependerá de nuestra capacidad para escuchar, aprender y construir de manera horizontal, reconociendo que el patriarcado nos afecta a todas de manera diferente, pero que juntas podemos desmontarlo. Como bien señala la reflexión de los feminismos populares, se trata de un proceso de formación y articulación constante, que se nutre de las luchas concretas en los territorios .
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En el camino hacia una comunicación feminista verdaderamente masiva, el sector salud emerge no solo como un ámbito de lucha, sino como un aliado estratégico de enorme potencial. Integrar a sus trabajadoras y trabajadores significa reconocerlos como agentes de cambio en la primera línea de batalla por el derecho a una salud que será feminista o no será .
🩺 El Sistema de Salud a Través de la Lupa Feminista
Para construir alianzas, primero debemos comprender las críticas feministas al sistema de salud. Estas no son meras quejas, sino un diagnóstico profundo que revela cómo este sistema opera como un pilar del patriarcado.
Un Modelo Médico Hegemónico y Patriarcal: El sistema de salud está estructurado bajo un modelo que, lejos de ser neutral, es esencialmente biologicista, autoritario y heteronormativo . Este modelo utiliza el concepto de "normalidad" como un arma de disciplinamiento social, legitimando desde una perspectiva científico-positivista una jerarquía de razas, clases y géneros, e invisibilizando o patologizando todo lo que se sale de la norma binaria .
Productor de Inequidad y Violencia: Este sistema no solo refleja las desigualdades sociales, sino que las produce y legitima . Asigna a los varones el rol de decisores y a las mujeres el de cuidadoras, naturalizando esta función como un acto de amor y no como un trabajo . Las consecuencias son violencias cotidianas sobre los cuerpos feminizados, desde un trato paternalista hasta la violencia obstétrica y los sesgos de género en el diagnóstico, que generan morbilidad y mortalidad evitable .
La Doble Carga de la Mujer Trabajadora de la Salud: Las mujeres no solo son las principales cuidadoras en el hogar, sino que también constituyen aproximadamente el 70% de la fuerza laboral en salud a nivel mundial . Estas trabajadoras enfrentan una doble explotación: precarización laboral en sus trabajos (falta de equipos, insumos y derechos plenos) y la sobrecarga del trabajo reproductivo no remunerado en sus hogares, lo que mina su salud física y mental .
💪 Estrategias para una Alianza Estratégica con el Sector Salud
Trabajar con las y los trabajadores de la salud implica una doble estrategia: visibilizar sus luchas específicas y formarlos como traductores de los principios feministas al interior del sistema.
Visibilizar y Politizar sus Demandas Laborales: Es crucial conectar las luchas. La demanda por derechos laborales plenos para el sector salud (contrataciones dignas, salarios de emergencia, condiciones seguras) no es solo un reclamo gremial; es una condición indispensable para garantizar el derecho a la salud de todas las mujeres y la clase trabajadora . Hay que mostrar cómo la precarización de su trabajo impacta directamente en la calidad de la atención que recibimos.
Formar en Comunicación con Perspectiva de Género: Las y los trabajadores de la salud son interlocutores cotidianos con la población. Capacitarles para que dejen de usar lenguaje sexista, que reconozcan la violencia de género como un problema de salud y que sepan dirigirse a personas de la diversidad sexogenérica con respeto, es una forma de hackear el sistema desde dentro.
Crear "Brigadas Sanitarias Feministas": Promover la creación de comités internos en hospitales y centros de salud que vigilen y propongan protocolos con perspectiva de género. Estas brigadas pueden ser la voz crítica que exija la implementación real de la Educación Sexual Integral, la atención del aborto seguro donde sea legal, y la erradicación de la violencia obstétrica.
Traducir Conceptos Clave a la Práctica Clínica:
Para hablar de "trabajo reproductivo": Mostrar cómo la falta de servicios de cuidado comunitarios obliga a las mujeres a faltar al trabajo o a asumir una doble jornada, lo que se refleja en su salud con estrés crónico, ansiedad y consumo de psicofármacos . Una salud pública feminista exige infraestructura de cuidados.
Para hablar de "cuerpo-territorio": Vincular la defensa de la salud pública con la defensa de los territorios. El mismo extractivismo que envenena la tierra, enferma a las comunidades, y son las mujeres las primeras en responder con estrategias comunitarias de cuidado .
Para hablar de "derechos sexuales y reproductivos": Ir más allá del aborto. Exigir que el sistema de salud investigue y atienda con equidad, denunciando que existen retrasos diagnósticos en al menos 700 enfermedades en las mujeres porque el modelo de estudio se basa en el cuerpo masculino .
Esta alianza no es instrumental. Es una fusión de luchas. Las trabajadoras de la salud, en su mayoría mujeres, ya están en primera línea, tanto frente a la pandemia como en la lucha por la legalización del aborto . El movimiento feminista puede aportar el marco teórico y la potencia callejera para transformar su malestar en un programa político. Juntas, podemos parar el sistema para transformarlo, porque la salud de las mujeres es un acto de resistencia, y su conquista, un paso más hacia un mundo donde la vida, en toda su diversidad, esté verdaderamente en el centro.
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Estrategias para crear alianzas entre el movimiento feminista, los sindicatos y los colectivos de jubilados, aplicando la táctica de "Alianzas Improbables y Traducción de Códigos".
🧓 Estrategias para una Alianza con Colectivos de Jubilados
Las luchas de las personas jubiladas, como la revalorización de las pensiones y la defensa del sistema público, son intrínsecamente feministas. La brecha de género en las pensiones es una de las mayores expresiones de la desigualdad acumulada a lo largo de la vida de las mujeres .
Traducir la "Brecha de Género" a una "Injusticia Económica Acumulada": Para conectar con las personas jubiladas, hay que dejar claro que la brecha de género en las pensiones no es un "problema de mujeres", sino el resultado directo de una vida de trabajos precarios, sueldos más bajos y años dedicados al trabajo de cuidados no remunerado, que recae principalmente sobre ellas . Esto se traduce en pensiones más bajas, mayor pobreza en la vejez y una clara injusticia económica que afecta a más de la mitad del colectivo.
Unir la Defensa de las Pensiones Públicas con la Crisis de los Cuidados: La lucha por unas "pensiones 100% públicas y dignas", como reclaman los sindicatos , debe enlazarse con la demanda de un sistema público de cuidados que no recargue sobre las mujeres, muchas de ellas ya jubiladas que cuidan de sus nietos o de sus parejas. Un sistema de cuidados fuerte libera tiempo para que las mujeres jubiladas puedan disfrutar de su merecido descanso y participar en la vida social y política.
Visibilizar el Liderazgo de las Mujeres Mayores: Es crucial destacar y ceder espacios a las mujeres dentro del movimiento de pensionistas. Recuperar figuras como las "últimas regidoras republicanas de Girona" o las experiencias de las mujeres en las luchas obreras muestra que siempre han estado en la primera línea. Esto no solo es justo, sino que hace la lucha más creíble y poderosa para el conjunto del colectivo.
💪 Estrategias para una Alianza con los Sindicatos
Los sindicatos son actores clave con una gran capacidad de movilización. El "feminismo sindical" ya se identifica como una herramienta imprescindible para defender los derechos conquistados y enfrentar la ofensiva reaccionaria .
Demostrar que la Doble Jornada es un Problema Sindical: La doble jornada (trabajo remunerado y trabajo doméstico y de cuidados no remunerado) es una de las principales causas de la brecha salarial y de pensiones. Traducir esto al lenguaje sindical significa argumentar que es una cuestión de salud laboral que genera estrés y agotamiento, y que mina la capacidad de organización y lucha de la clase trabajadora, especialmente de las mujeres. Un sistema de cuidados es, por tanto, una infraestructura sindical tan importante como cualquier derecho laboral.
Incorporar la Perspectiva Feminista en la Negociación Colectiva: Los sindicatos pueden ser la vanguardia al negociar planes de igualdad , cláusulas contra la brecha salarial, permisos de paternidad intransferibles y bien remunerados, y protocolos contra el acoso sexual. Esto convierte la teoría feminista en mejoras concretas y medibles para las trabajadoras, haciendo tangible la alianza.
Promover un "Sindicalismo de Cuidados": El movimiento feminista puede aliarse con las secretarías de la mujer o igualdad de los sindicatos para impulsar formaciones sobre "conciliación y corresponsabilidad" y para que los propios sindicatos revisen sus estructuras internas. Esto significa promover liderazgos rotativos, horarios compatibles con la vida familiar y asegurar que las vocerías de las movilizaciones no recaigan siempre en los mismos (mayoritariamente hombres).
🤝 Crear Acciones Conjuntas y Símbolos Compartidos
La alianza se consolida en la acción. Se pueden diseñar campañas que hagan visible esta unión de manera poderosa y simbólica.
Co-organizar una "Huelga de Cuidados y Pensiones": Imagina una movilización conjunta donde el movimiento feminista y el de pensionistas salgan a la calle el mismo día. Las pancartas podrían decir: "Sin cuidados no hay pensiones, sin pensiones no hay vida digna". Sería una demostración de fuerza imparable que une el pasado (quienes ya cotizaron), el presente (quienes cuidan) y el futuro (el sistema que queremos).
Crear un "Observatorio Ciudadano de la Brecha de Género en las Pensiones": Una herramienta conjunta, impulsada por organizaciones feministas y la federación de pensionistas , que recopile testimonios, haga cálculos concretos de la brecha y proponga soluciones legislativas. Esto da un marco sólido y basado en datos a la lucha.
Participar en los Espacios Existentes: El movimiento feminista debe tener presencia activa en foros y actos convocados por sindicatos y asociaciones de jubilados. Por ejemplo, participar en los actos del 8 de Marzo (Día de la Mujer Trabajadora) que organizan los sindicatos , o en las movilizaciones del 1 de Octubre (Día Internacional de las Personas Mayors) , para llevar nuestra voz y tejer redes desde dentro.
Esta alianza, lejos de ser instrumental, es una fusión de luchas. El movimiento feminista aporta el marco teórico y la potencia callejera para politizar las demandas de jubilados y sindicatos, mostrando cómo el patriarcado y el capitalismo explotan la vida. A cambio, estos movimientos aportan una base social masiva y una legitimidad en las luchas materiales. Juntos, pueden construir un poder popular capaz de defender la vida en todas sus etapas.
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